"Maria" es una inmigrante hondureña en sus treintas con cuatro hijos, incluido un bebé. Fue diagnosticada con depresión posparto tras dar a luz a su bebé, pero sin un medio de transporte confiable y con cuatro hijos a su cargo, no pudo surtir su medicamento ni cuidar de sí misma. María también es sobreviviente de trauma.

María acudió al Esperanza Center en Baltimore para una primera visita con un proveedor de atención primaria, quien reconoció de inmediato que María estaba en crisis. Sus ideaciones suicidas y homicidas representaban un peligro para ella y su familia.

El médico hizo una referencia inmediata al trabajador de salud comunitario de BHEAM ubicado en el lugar. María fue evaluada en menos de una hora, y el equipo coordinó su transporte y admisión para recibir atención aguda, donde fue estabilizada. Después de ser dada de alta del hospital, María continuó la terapia en BHEAM y ahora está bien.

Sin programas como BHEAM, capacitados y equipados para ayudar a los inmigrantes a superar las barreras para acceder a la atención médica, esta historia fácilmente podría haber terminado en tragedia para esta familia, perpetuando el ciclo de trauma.